Fundada en 1993, Exopol se ha consolidado como una empresa referente en la producción de vacunas autógenas, servicios de diagnóstico avanzado, producción de kits de qPCR y el desarrollo de nuevas soluciones biotecnológicas en sanidad animal, como la fagoterapia.
En el marco de su colaboración con el proyecto Biotegania, conversamos con sus responsables Gema Chacón y Javier Quero sobre la trayectoria de la compañía, sus principales líneas de trabajo y los retos de futuro para la biotecnología aplicada a la producción animal.

Para situarnos, ¿cómo nació Exopol?
Gema Chacón: Exopol se fundó en 1993 con una vocación muy clara: producir vacunas autógenas. Todo empezó con la tesis de nuestro fundador sobre una vacuna frente a Staphylococcus aureus en ovino. Desde entonces no hemos parado de crecer, siempre buscando dar soluciones prácticas a problemas reales.
Han pasado más de tres décadas. ¿Qué papel ha jugado la innovación en esta trayectoria?
Gema Chacón: : La I+D es nuestro motor. Lo que antes tardaba semanas en diagnóstico, ahora lo resolvemos en días gracias a la biología molecular o a la secuenciación. Innovar no es opcional: es la única forma de seguir aportando valor.
Innovar no es opcional: es la única forma de seguir aportando valor.
Hoy se habla mucho de One Health. ¿Qué significa para vosotros?
Javier Quero: One Health nos recuerda que todo está conectado: la salud animal, la salud humana y el medio ambiente. Por ejemplo: cuando hacemos un uso prudente y racional de los antibióticos en ganadería, estamos cuidando no solo a los animales, también a las personas y al planeta.
One Health nos recuerda que todo está conectado: animales, personas y medio ambiente.
¿Dónde encaja la fagoterapia en este enfoque?
Gema Chacón: Los bacteriófagos son una herramienta con mucho futuro. La fagoterapia no sustituye a las vacunas ni tampoco a los antibióticos en su totalidad, pero puede ser una gran aliada frente a la resistencia antimicrobiana. Es específica, no daña la microbiota y no deja residuos. Estamos convencidos de que será parte del futuro de la salud animal.
¿Y cómo enfrentan el reto de la resistencia antimicrobiana?
Javier Quero: Es uno de los grandes desafíos de nuestra era. Nosotros actuamos en varios frentes: prevenir con vacunas eficaces, ofrecer un diagnóstico preciso y exacto para instaurar el tratamiento más eficaz y explorar alternativas como la fagoterapia.

¿Qué aporta Biotegania en este camino?
Javier Quero: La fuerza de Biotegania está en la colaboración. Es un espacio donde se unen la ciencia, la empresa y el campo para crear soluciones reales. Con la experiencia de Exopol ponemos sobre la mesa tres cosas: experiencia en vacunas que reducen el uso de antibióticos, innovación en diagnóstico para detectar enfermedades y exploración de nuevas herramientas como la fagoterapia. La clave es que el conocimiento científico llegue a las explotaciones.
Si miramos hacia adelante, ¿cómo anticipáis el futuro para la producción animal?
Javier Quero Y Gema Chacón: Lo vemos claro: sistemas más sostenibles, uso más prudente de los antibióticos, más precisión y más biotecnología. La combinación de vacunas, fagoterapia y diagnóstico rápido marcará la diferencia. Todo ello bajo el paraguas de One Health.
Más información sobre Exopol: www.exopol.es
