El sector porcino está experimentando una transformación sin precedentes. La digitalización, la inteligencia artificial y la recopilación de datos ambientales están revolucionando la forma en que se gestionan las explotaciones ganaderas. Para conocer más sobre esta evolución, hemos hablado con Alejandro Villa, Project Manager de Pigdata, uno de los socios tecnológicos del proyecto Biotegania, que está liderando la implementación de soluciones digitales en el sector.
«Queremos digitalizar el proceso productivo de las granjas»
¿Qué es Pigdata y cuál es su misión en el sector ganadero?
Alejandro: Pigdata es una división de SERPROVIT, nuestra empresa matriz, que opera en dos grandes áreas.
Por un lado, nos especializamos en la gestión de proyectos de construcción para el sector porcino, desempeñando un rol similar al de un project manager. Nos encargamos de que las obras se ejecuten dentro de los plazos establecidos y conforme al presupuesto inicial.
Por otro lado, lideramos la digitalización del proceso productivo de las granjas, que es el núcleo de nuestra actividad en Pigdata. Hemos desarrollado una herramienta que centraliza y automatiza la gestión de la información, sustituyendo los métodos manuales tradicionales, como llamadas telefónicas o mensajes por WhatsApp, y optimizando así la operativa del sector.
El sistema de PigData integra tres grandes bloques:
- Software de gestión, donde participan todos los actores del proceso productivo (ganaderos, veterinarios, administración, gerencia) mediante el cual se centralizan los pedidos de pienso, medicamentos, logística de animales, personal etc.
- Sensores, que recogen datos ambientales clave como temperatura, humedad, CO₂, amoníaco, consumo de agua y pienso.
- Inteligencia artificial, que nos permite analizar estos datos y generar predicciones y modelos para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad.

Un socio clave en Biotegania
¿Cómo surge vuestra participación en el proyecto Biotegania?
Alejandro: Nuestra colaboración comenzó gracias a Grupo Jorge y su empresa Cuarte, con quienes ya llevábamos años trabajando en digitalización. Fue a través de ellos que conocimos el proyecto y vimos la oportunidad de aportar nuestra tecnología.
Teníamos una ventaja clave: ya contábamos con datos históricos de muchas granjas. Eso nos permitía sensorizar más explotaciones y aprovechar esa información tanto para Biotegania como para el sector en general. Tras conversaciones con otros socios, como ADA y la Universitat Politècnica de València (UPV), se formalizó nuestra entrada como partner tecnológico.
«Los sensores permiten monitorizar la granja en tiempo real»
¿Cómo estáis aplicando la sensórica en las granjas del proyecto?
Alejandro: Hemos instalado sensores ambientales en todas las granjas participantes, y ya están funcionando correctamente. Estos sensores miden CO₂, amoníaco, temperatura, humedad, consumo de agua y stock de pienso en silos.
Ahora estamos trabajando junto con la UPV para parametrizar los datos y desarrollar un modelo que nos permita calcular emisiones en tiempo real. Si logramos esto, será un hito clave en la gestión ambiental de las explotaciones.

¿Cuáles son las ventajas para los ganaderos que instalan estos sensores?
Alejandro: La ventaja principal es el control total de la granja en tiempo real. Un ganadero puede recibir alertas en su móvil si hay un consumo anómalo de agua o si los niveles de CO₂ o amoníaco superan los límites recomendados.
Por ejemplo, si el consumo de agua baja repentinamente, puede significar una obstrucción en las tuberías o incluso que los animales están incubando una enfermedad. Si el consumo es excesivo, puede haber una fuga, lo que supone un gasto extra y puede comprometer la calidad del purín y encarecer la extracción.
En definitiva, esta tecnología permite prevenir problemas antes de que ocurran, evitando pérdidas económicas y mejorando el bienestar animal.

Retos y futuro de la digitalización en el sector porcino
¿Cómo veis la adopción de esta tecnología por parte de los ganaderos?
Alejandro: Aquí hay un gran desafío. El sector tiene una alta edad media y muchos trabajadores son reacios a la tecnología. Aunque hay excepciones, la mayoría necesita formación y concienciación sobre los beneficios de la digitalización.
Además, la normativa europea está empujando a que cada vez más granjas deban reportar datos ambientales, por lo que la adopción de estos sistemas será inevitable.
¿Existen ayudas para que los ganaderos puedan implementar estas soluciones?
Alejandro: Sí, muchos se están acogiendo al Kit Digital, que permite subvencionar parte de la inversión en digitalización. Además, organismos como el Cluster I+Porc están ofreciendo formación y asesoramiento para preparar al sector ante estos cambios.
Hacia una ganadería inteligente y de precisión
El sector porcino se encuentra en un punto de inflexión. La combinación de sensores, análisis de datos e inteligencia artificial permitirá una producción más eficiente y sostenible, alineada con las exigencias medioambientales y de bienestar animal.
Desde Biotegania, seguimos apostando por la innovación y colaborando con socios como Pigdata para transformar la industria.